¿Será por suerte que llegué a Madrid hace más de veinte años? Diría que sí.

¿Será por casualidad que una noche descubrí una contada en un café? Diría que no.

Reconozco que no entendí todas las palabras pero sí entendí las historias en general.

¿Como? Será el encanto de los cuentos.

Gracias a los cuentos realmente aprendí el castellano.

Y camina que caminarás… hoy “vivo del cuento” en mis dos idiomas y para público infantil y adulto: en español en bibliotecas, cafés y centros culturales, en francés en la red cultural y escolar francesa así como para estudiantes en colegios, institutos o Escuelas Oficiales de Idiomas.